Kiritsugu Emiya

Es díficil describir de manera perfecta la mente de Kiritsugu ya que es un hombre tan impredecible como la vida misma. Kiritsugu desea con fuerza ser un “heroe de la justicia”, un sueño infantil con el que todos en la vida han contado y cómo todas las personas al crecer, Kiritsugu aprendió que para traer felicidade hay que dar algo a cambio para él las únicas dos alternativas que se encuentran en la vida son “ser sacrificado” o “ser salvado” . Él mata sus emociones para lograr con eficacia “equilibrar la balanza”, según sus ideales para salvar a una persona en un lado, se debe matar a otra en otro lado, es decir, para él, para que la mayoría de la gente viviera, tendría que morir la minoría de la gente. Juzga a toda vida humana de forma equitativa, sin discriminación alguna en el sexo, en la edad o en la raza de la persona, él simplemente mancha sus manos de color carmesí para salvar vidas. Sin embargo, valorar de tal forma la vida, conlleva a encerrar su joven corazón en una infinita tumba helada, convirtiendose en una máquina sin lágrimas, sin sangre y probablemente no hay nada que lo pueda hacer sufrir. Esa es la forma que Kiritsugu Emiya aparente ser, pero quién juzgue eso antes de conocerlo completamente, caerá en una equivocación, él aún es capaz de mostrar sufrimiento, de reír y de llorar cuando desarrolla amor por alguien, lamentablemente, eso ya no es tan fácil en su corazón, él, quién ha decidido ver a todas las vidas como “viven” o “mueren” no logra establecer vínculos con las personas de forma rápida, protege con su vida a quién lo merece, jala el gatillo contra la persona que se lo merece sin mostrar ningún remordimiento. Si el decide protegerte, podrás encontrar en él a la persona más confiable del planeta, nunca te dejaría atrás porque ha decidido que la persona “merece vivir” pero si por lo contario, ha decidido que eres una escoria, será mejor que corras. Kiritsugu es una persona que no se deja controlar por él dinero a menos que sea un caso necesario, aún así no deja de lado su balanza, a pesar de “deber” matar a alguien, no lo hará si para él, esa persona merece vivir.

Kiritsugu es un hombre con una estatura de 175 centímetros y un peso de 67 kilogramos. De contextura musculosa sin llegar a los extremos, su piel es de color trigueña, es decir, no llegar a ser un hombre blanco pero tampoco es moreno. Su cabello es ligeramente largo, de color negro totalmente, con las puntas paradas hacia abajo y un flequillo con partición en el medio, sus ojos son de color negro, ligeramente pequeños y totalmente inexpresivos, además, lleva una barba de tres días. Es siempre visto con vestimentas oscuras, generalmente de color negro y vistiendo, claro, si inseparable gabardina negra. Prefiere usar camisetas de color gris y una corbata negra a juego, se podría decir que el estilo de Kiritsugu para vestir es formal.

Originario de Okinawa, Kiritsugu vivía con su padre en aquel lugar, Noritaka Emiya, un hombre serio pero con buenas intenciones. Durante el lapso dónde vivió con su padre, cayó enamorado de una chica local, Shirley, que además era la asistenta de su padre y cuatro años mayor que él. El desastre en su vida comenzó a temprana edad, cuando Shirley se convirtió en un zombie, fue solo cuestión de horas para que los UBCS llegaran a limpiar el lugar tras los rumores de un ataque biológico en ese pequeño poblado, fue Kiritsugu el único sobreviviente ante tal masacre, salvado por Natalia, una de los UBCS.

De regreso a la escondida residencia Emiya, Kiritsugu se encontró con su padre, fue que, decidido lo confrontó, culpandolo de la muerte de su amada Shirley. Noritaka se defendió objetando que la chica había bebido de forma accidental una de sus pociones, la que contenía el T-Virus y había quedado en ese estado. Un enojado Kiritsugu agarró una pistola y disparo contra la espalda de su padre, que huía de él, al ver el cuerpo de su padre caer, se dio cuenta que fue gracias a Natalia que este no pudo huir. Finalmente la mujer decidió tomarlo en su cuidado.

Años más tarde, al darse cuenta de que los acontecimientos vividos en su infancia son bastante comunes en la vida diaria, Kiritsugu decidió volverse un asesino como Natalia, con el fin de cazar a los culpables de las creaciones de armas biológicas. Natalia se encargó de formarlo en seguimiento, asesinato y adiestrarlo en todo tipo de armamento que pudiese haber. Durante una misión junto a Natalia, quién se encontraba volando en un avión y él en el aeropuerto, se corrió el rumor de que todos los pasajeros habían sido infectados, tras enterarse de eso y conociendo los riesgos, Kiritsugu disparo contra el avión en al aire, matando a su a su maestra. Durante su última charla por radio, Kiritsugu le dijo a Natalia que siempre había sido y sería como una madre para él, segundos después, ocasiono la explosión del avión.

Aquello represento una desilusión para él y su ideal de convertirse en un "héroe de la justicia" ya que era imposible salvar a todos, para salvar a alguien, debía perder a otra persona. Sin embargo, el decidió continuar luchando por su sueño para asegurarse de que todo lo que había sacrificado ya no había sido en vano.

Dos años después, Kiritsugu se encontró con Irisviel, una chica bastante peculiar que logro captar su atención. A pesar de que la chica no era más que una civil, él vio en ella algo especial que hizo que deseara salvarla a toda costa. Quizá, después de tanto tiempo el hombre había encontrado a la persona especial que tanto había anhelado. Poco a poco y entre contados encuentros entre ambos, debido a el "trabajo" de Kiritsugu, se enamoraron completamente y comenzaron una relación, en la que el admitió que no podía vivir más sin ella y que daría todo de sí para buscar un mundo pacífico, uno donde ella pueda vivir sin miedo.