Pregunta incorrecta [privado. Brian y Arnold Roses].

Arnold estaba sentado en su butaca preferida del despacho, sostenía ante el el collar con la cruz de plata que solía tener puesto... Miraba como reflejaba la luz, las marcas del paso de los años, los detalles, estaba pensativo, solo en la lujos estancia de la mansión de su padre en California. Arnold tenia el entrecejo fruncido, perdido en pensamientos con la mirada clavada en la cruz que daba vueltas lentamente colgada frente a el y se balanceaba hipotéticamente... Cerro el puño alrededor de la cruz del collar y tomo una decisión, se lo volvió a poner escondiéndolo bajo la camisa blanca, como siempre vestía de forma elegante pero mas sencilla, allí hacia calor, en Las Vegas, la ruidosa ciudad donde empezó la fortuna de su padre, una camisa blanca, pantalones grises y zapatos, solo tenia de detalles extra el caro reloj negro y plateado en la muñeca y el collar, salio de su habitación, de momento no había nadie, respiro hondo y se encamino con un destino en mente.

Paso por los pasillos de madera con cuadros, estatuillas y alfombras en el suelo hasta llegar a unas grandes puertas dobles con un puño dorado de elegante forma... Respiro hondo y llamo a la puerta golpeándola con el dedo.

- Soy yo padre... - dijo Arnold -

- Pasa - se limito a decir la voz de dentro, Arnold abrió la puerta y la cerro tras el, se encontró en el ya conocido despacho de su padre, amplio, cómodo, con varias estanterías llenas de libros y archivos, un pez espada disecado, un sable colgado de la pared, unas fotos, una maqueta de un barco ballenero... Varios sillones, con una mesilla central, candelabros (bastante inútiles ya que lo que iluminaba la estancia era luz eléctrica del techo) y la mesa de su padre, tras la cual estaba el sentado. El padre de Arnold ya tenia una edad, en el pelo negro bien peinado se veían unas canas, tenia arrugas, llevaba gafas, con barba corta a lo Van Dyke (o también llamada barba de candado). Aunque tenia su edad, era corpulento y estaba en forma, se notaba que era una persona con gran vitalidad, de esas que no se paran ante nada. El hombre paro de escribir y levanto la vista sonriendo suavemente, pero vio la expresión seria de su hijo - ¿ocurre algo Arnold? - pregunto, Arnold asintió -

- Papa, creo que es hora de que hablemos de algo - respondió Arnold, estaba nervioso, pero mantuvo la expresión tranquila, no pensaba mostrarse intimidado o débil, el padre de Arnold levanto una ceja e hizo un gesto con una mano, preguntándole a Arnold silenciosamente, Arnold tomo aire - Es hora de que me expliques ya quien es y que paso con mi madre... - dijo Arnold, su padre se saco las gafas y las guardo lentamente, después miro de nuevo a Arnold -

- Arnold... Siempre te he dado todo lo que has querido o necesitado... Nunca te he negado nada... Esto es lo único que te digo que no debes pedirme. ¿Recuerdas lo que te dije? Vete antes de que me enfade... - empezó a decir con dureza mientras se levantaba y se acercaba, Arnold puso expresión contrariada-

- Eso fue hace 11 años... Tengo una edad ¿sabes? Y quisiera saber ya algo, un nombre al menos... Saber si murió o no mi madre... - empezó a decir, pero su padre repentinamente le soltó una fuerte bofetada que le giro la cara a Arnold, aunque este se quedo de pie donde estaba -

- NO VUELVAS A MENCIONAR A ESA ZORRA DELANTE DE MI!!! JAMAS!!! ME ENTIENDES?! - le grito, Arnold solo lo había visto gritar en muy, muy pocas ocasiones, aunque unas de esas fueron en sus anteriores dos reuniones sobre ese tema, parecía que su padre iba a sentarse pero Arnold volvió a hablar -

- El collar... - dijo abriendo el cuello de la camisa y sacándolo por fuera - Es de ella ¿no?, jamas te he visto con cosas así ni me has dado un collar o tonterías semejantes... El único sentido que le encuentro a que lo tenga desde que tengo memoria es que fuera de ella... ¿Me equivoco? - dio un paso adelante - ¡¿Porque no me das respuestas?! - exclamo Arnold -

Pero su padre, con el rostro desfigurado por la ira le soltó un brutal puñetazo en la cara a Arnold, en esta ocasión Arnold si cayo hacia atrás, chocando contra una de las sillas y resbalando al suelo, vio unas gotas de sangre en la camisa, se toco el labio y vio que lo tenia partido y sangrando, su padre siempre había tenido unos ganchos de boxeador impresionantes. Su padre jadeaba, mirándolo para ver como iba a reaccionar su hijo, se acerco unos pasos y Arnold hablo.

- Lo único que se es que tenia de ser rubia ¿verdad?... - dijo, miro a los ojos de su padre directamente - y que debía tener ojos como yo... Tengo mas de ella que de ti, pero sigo sin saber nada... ¡Estoy en mi derecho! - exclamo, repentinamente recibió una patada en la cara de su padre, que lo tumbo de nuevo lo poco incorporado que estaba, su padre se acerco, y le dio otra patada en el estomago -

- Nunca... - otra patada - aprenderás... - otra mas... - Es lo único que te pido - otra patada, Arnold no pudo evitar soltar un gemido ahogado de dolor, la única razón por la que no había gritado aun era porque estaba sin aire por los golpes - ¿Porque eres tan terco? ¿Tan idiota? - le dio otra patada mas, Arnold se encogió en posición fetal en el suelo - Como tu madre joder... - dijo su padre con voz envenenada, alejándose, Richard se puso a cuatro patas, saliva y sangre le caían de la boca y el labio partido, y tenia un ojo cerrado y morado por la patada en la cara... Entre jadeos Arnold emitió una débil risa forzada-

- Vaya... Parece que... logre sacarte algo... - sonrió de nuevo, esta vez riendo de nuevo a lo bajo, con jadeos y toses, su padre se giro echo una furia -

Se acerco en unos rápidos pasos al Arnold todavía risueño con su risa y lo cogió de la nuca, lo levanto del suelo poniendo Arnold frente a si, bruscamente, y le soltó un fuerte puñetazo que volvió a mandar a Arnold al suelo como una muñeca de trapo, golpeándose la cabeza contra una mesilla, ademas, cuando lo había cogido por el cuello, había cogido el collar también, que lo había arrancado con el golpe y lo sostenía en su puño, Arnold vio puntitos de luz frente a si y trato de controlar las lagrimas de dolor, soltó un gemido adolorido mientras intentaba girarse o arrastrarse en el suelo, asaltado por el dolor...

- Y tampoco sabes cuando callar... Jodido imbécil ¡Vete de aquí! ¡¡¡LARGO!!! - le grito su padre, Arnold se incorporo apoyándose en el mueble, se dirigió a la puerta y la abrió, saliendo al pasillo tambaleándose, apoyándose con una mano en muebles y la pared y con la otra en la boca tratando de evitar que la sangre manchara por donde pasara, estaba furioso, se sentía humillado, dolorido... Era injusto... Durante un segundo, apenas un instante en los pasillos, Arnold soltó un sollozo, pero se mordió el sangrante labio y apretó los puños hasta que tuvo blanco los nudillos, el no se podía permitir eso... No quería que nadie lo viera ni lo oyera, no deseaba tener a absolutamente nadie cerca.

Se fue a su habitación, cerro la puerta intentando ser brusco, pero le salio mas débil de lo que pensó, se fue a un armario y saco un vaso y una botella de coñac, miro el vaso... A la mierda, tiro el vaso con furia contra la pared, rompiéndolo, se sentó en su butaca favorita, saco el corcho del coñac y tomo un largo trago amorronándose a la botella... Dejo la botella sobre la mesilla y echo la cabeza atrás, aun tenia algo del alcohol en la boca, saboreandolo, ardiéndole, empañandolo todo del fuerte sabor. Se toco el dolorido cuello, las marcas que le había dejado el tirón del collar cuando se lo arranco, se sintió desnudo... tantos años con ese collar y ahora... Dio un puñetazo a la mesilla, apretó los dientes, estuvo de nuevo apunto de sollozar, lloro en silencio y paro, se enjuago.

- Gilipollas hijo de puta - murmuro mientras echaba otro trago de coñac... Desplomo de nuevo su cabeza en la butaca con la mirada perdida y vacía -

Me encontraba vagando por la enorme casa de la familia Roses, mi trabajo era cuidar del terco y molesto heredero, ya fuera en su casa y hasta a la tienda de la esquina... En fin, a todos lados tenía que seguirlo.
Todo estaba bastante tranquilo, por las enormes ventanas entraban los cálidos rayos de sol deun verano en california... Me recordaba bastante a casa -Me pregunto si ellos estarán bien...- Me dije a mi mismo en voz baja mientras caminaba por uno de los pasillos.

Escuché a alguien gritar, parecía estar molesto, enfadado de verdad... Me acerqué para ver de que se trataba y desde detrás de la puerta escuché una fuerte discusión entre Arnold y su padre, ¿Por qué tanto alboroto? Pensé. Me quedé un rato más escuchando cuanta cosa gritaba su padre y abrí un poco la puerta sin hacer ruido, seguramente entre tanto enfado no me escucharían... Arnold sacó de su camisa un collar, el mismo que usaba siempre, nunca entendí por que lo ocultaba de su padre... Hasta ahora.

Me mantuve en silencio, muy atento a lo que pasaba y viendo todo apenas por el espacio que logré conseguir abriendo la puerta. Mis ojos se abrieron como platos apenas dio el primer puñetazo a Arnold "¡¿Que mierda le pasa?!... Solo le hizo una pregunta". Apreté muy fuerte mis labios, no quería hacer ningún ruido, mucho menos tener arranque de héroe y entrar a defenderle... No puedo darme esos lujos, no aquí. Simplemente me quedé a ver todo el espectáculo, pensé que esto solo pasaba en las novelas baratas que suelen pasar en la televisión, me era casi imposible creer que un padre fuera tan ruin, tan poco humano como para tratar así a su propio hijo "¡El collar!" Apreté los dientes cuando vi que se lo arrancaba del cuello, mi joven amo estaba en el suelo a cuatro patas, con sangre escurriendo por su boca, moretones en su cara y apenas y podía respirar... Estaba sofocado y ni siquiera tenia las fuerzas para llamarme "Por favor, grita... pide ayuda, solo así podré actuar...Por favor...Por favor.." Cerré mis ojos con fuerza.

Reaccioné apenas mi amo se puso de píe, cerré la puerta con la misma cautela que usé para espiar y corrí a esconderme en la esquina que doblaba el pasillo, asomándome muy apenas. Mi amo salió muy mal herido, apoyándose de donde podía, sangrando... No podía simplemente seguirlo, se daría cuenta de que estuve espiando y eso me costaría caro, pero... Ese collar era muy importante para él y ahora el viejo cascarrabias lo tenía - ... Voy a recuperarlo - Me dije a mi mismo, estaba completamente decidido a recuperarlo.

- ¿Que haces ahi escondido? - Dijo una de las sirvientas. Un escalofrío horrendo recorrió toda mi espalda y me dejó paralizado - Como sea, muévete que estorbas- Pasó de mi y entró a la oficina del papá de Arnold, salió lo más rápido que pudo con la basura que tenia que llevar -¡Espera!- Corrí hasta donde estaba ella y le arrebaté la bolsa de basura, buscando el collar que llevaba mi amo - ¡¿Te volviste loco?!- Dijo mirándome muy enojada. Cuando creí haberlo encontrado, resultó no ser más que migajas de lo que quedaba de el resbalándose por entre mis dedos - Oh no... - Le devolví la bolsa de basura y salí corriendo fuera de la casa.

No podía dejarlo así, era algo que mi amo cuidaba bastante y seguro que se pondría peor de saber que ahora estaba roto... "Quizá en alguna tienda..." Sí, quizá en una de las 10000 tiendas que hay en toda california, a gastar energía comprando se ha dicho.
Me coloqué unas gafas de sol para evitar el sol abrazador... Como si fuera mucho - Creo recordar como era ese collar...- Dije para después irme a buscar por todas las tiendas, incluyendo tiendas de antigüedades - ¿Buscando un regalo para su novia?- Preguntó el dueño de uno de los locales.

-... Para mi amo...- Aclaré -Eso dije, para su amor- Dijo el vejete -Amo, jefe, lo que sea...- Dije fastidiado y entonces de la nada, el viejo sacó un baúl lleno de broches para mujeres, seguía pensando que le hablaba de una "novia". Me enfade con medio mundo y abandoné el local a toda velocidad... Se estaba haciendo tarde y ya había recorrido la mitad de las tiendas, empezaba a nublarse y a hacer frío... Además si no estaba vigilando en mi turno seguro que me mataría. Caminé agotado, casi arrastrando los pies en el piso y me senté en una banca cercana -No tiene caso... ¿Donde carajos voy a encontrar un collar exactamente igual?- Me di por vencido y lleve mi cabeza hacia atrás, descansando en la banca con los ojos cerrados por algunos segundos. Escuchaba el caminar de la gente, sus conversaciones... ¿Que más me quedaba?. Abrí los ojos poco a poco y entre las sombras que pasaban frente a mi, lo ví... Un local que tenía un collar exacto en exhibición, ¡Menuda suerte!.

Me puse de píe de un brinco y corrí hasta el local, estaba tan cerca de conseguirlo cuando... - ¡ Quítense, yo llegué primero!- Una horda de gente atraída por el local de al lado que tenía ofertas de ensueño. Me quedé atrapado entre la multitud, apretado entre miles y miles de personas de todas dimensiones - Tienes... que estar.... jodiéndome...- Dije muy apenas... Con mis labios aplastados me era difícil hablar. Con mis manos me apoyé de la cara de unos dos fulanos y salí a la superficie a tomar aire, buscando desesperadamente con la mirada el collar que había visto... Estaban quitandolo de exhibición - ¡No, mierda!- Tomé impulso de los mismos fulanos que tenia agarrados y salté por sobre la gente, cayendo de cara al suelo. Me quejé estando en el suelo y me levanté lentamente, ya sin fuerzas - Ya estoy aquí... Ahora nadie me gana- Dije entre dientes y fui a toda prisa a la tienda, esperando que no lo hubiesen vendido - Señorita, el collar, ese... El...El que estaba en exhibición- Hablaba a prisas y sin aliento por lo cansado que estaba, ella intentaba explicarme que todo lo que estaba en exhibición ya se había vendido, que no llegaría hasta el mes entrante... Vaya patada en los - Señor... ¿Se refería a este?- Preguntó una de las empleadas, mostrándome el collar que había visto -Es el último que queda- Sonrió. Casi la abrazaba, había estado todo el día buscando ese maldito collar. No dudé, lo compré enseguida y caminé como si hubiese descubierto la cura para el cáncer - ¡Gracias por su compra, ojala le guste mucho a su novia!- Me gritaron desde la entrada, me di la vuelta y con una sonrisa en la cara les respondí - ¡Gracias a ustedes!, si a mi novia le encanta...¡NO ES PARA MI NOVIA!- Sali corriendo de vuelta a la casa de mi amo.

Al llegar, entre directamente por el pasillo que llevaba a su cuarto y toqué la puerta esperando a que me permitiera pasar, si no, simplemente dejaría el collar fuera - Señor... Antes que nada, quiero disculparme por entrar en asuntos que no me conciernen- Baje la mirada y antes de cualquier regaño, tomé el collar que había comprado y lo puse frente a él - Esto es suyo...- Sonreí con sinceridad.

Arnold escucho como entraban en el cuarto, puso una mueca furiosa, no quería ver a nadie, vio a Brian e iba a gritarle que se largara mientras se incorporaba de la butaca, pero lo interrumpió disculpándose, le sonrió y puso el collar frente a el. Arnold pareció pasmado, sorprendido, presentaba un aspecto horrible, poco habitual en el (que solía tener una apariencia mas hermosa y arrogante, que le daban aire de seguridad). Miro a Brian y luego al collar, como si no creyera lo que pudiera ver. Varios sentimientos y pensamientos pasaron por su rostro, desde furia hasta incluso... ¿gratitud? Pero mas que nada confusión. Al final se volvió a dejar desplomar sobre la butaca y se tapo los ojos con las manos, esbozo una mueca y emitió un sonido, como si empezara a llorar por lo bajo, aunque, después de unos segundos, Brian podría ver como el sonido se convertía y se veía con mas claridad que era una risa a bajo volumen, ahogada.

- Jodido Brian... - dijo entre esa risa silbante... - En serio que a veces me cuesta creer que seas un maldito monstruo, un B.O.W... - al final levanto la vista y la clavo en Brian, su mirada tenia una expresión salvaje, peligrosa... -

- ¿Crees acaso que te debo algo...? ¿O piensas acaso que soy sensiblero? ¿Humano quizás? - esbozo una forzada sonrisa por la comisura del labio - Si... Soy humano... Pero no en el sentido popular de la palabra... ¿Sabes que? En ocasiones me cuesta creer que existe gente como tu ¿De verdad sientes esa empatia o compasión que aparentas? ¿O crees acaso que por ese gesto pararía todos mis planes? ¿Que respetaría algo? - hizo un gesto fastidiado y cogió de nuevo la botella, su expresión se volvió mas dura - Ahora ya sabes las lacrimogenas historias de la familia... ¿Y que? Si, es cierto, no conocí a mi madre y mi padre tiene mano dura, pero... ¿crees acaso que eso me hace débil? - pregunto - Te diré yo quien es débil... Tu, Brian. Mírate... Un monstruo, un B.O.W. capaz de matar a todos los de esta casa sin dificultades... ¿Y que pasa? Estas dominado por tus lazos y sentimientos a personas que apenas conociste y no pueden hacer nada por ti... Dime ¿te han servido de algo?. Umbrella hizo contigo lo que quiso y nadie los pudo parar... ¿Sabes? Leí tu historia, o al menos lo que tenia de ella Umbrella. Kuro murió, igual que los otros, o si no te abandonaron, o no saben de ti, no les importa y aunque lo supieran no podrían ayudarte... Eres débil Brian, a pesar de todo tu potencial como B.O.W.. Es curioso ¿Sabes que nosotros los humanos somos en realidad también unos monstruos? Dale poder y permiso de hacer daño a una persona y lo hará... Dale la excusa y lo hará... -

Arnold bebió un trago de la botella, mas de la mitad estaba vacía, por eso debía estar tan hablador... Se miro la camisa y lanzo una risita.

- Fíjate como se ha puesto la camisa... je, esta echa un asco - dijo refiriéndose a las manchas de sangre... Se quedo unos segundos como apagado, hipnotizado con la camisa, hasta que levanto la vista a Brian que debía estar mirándole - ¿Que coño haces allí mirándome? ¡ LÁRGATE! No necesito tu compasión ni nada. No os necesito. - exclamo furioso - ¡VETE! - le grito, y se derrumbo de nuevo en la butaca -

Mi rostro cambió al escuchar una débil risa que escondía detrás de su mano, se cubría su dañado rostro, evitando que yo lo viera. Más fue mi sorpresa ante su reacción, pero era de esperarse... Quizá era culpa mía por entrometerme, por pensar que era lo que el buscaba y lo que más le preocupaba.

Me quedé callado ante sus ataques, mi corazón palpitaba rápidamente y casi sentía que se detenía al mencionar Umbrella y a Kuro... Lo miraba sorprendido, sorprendido de que lo supiera todo, de que hablara de él mismo como un monstruo y de la humanidad en sí. Parecía estar ebrio, pero controlaba muy bien todas y cada una de las palabras que tenía para soltar, cada una como agujas envenenadas que salían de su boca, de una lengua afilada... No, él está sufriendo mucho, por debajo de esa coraza de orgullo y maldad aún hay algo, el solo hecho de querer saber sobre su madre me lo dice, está solo.

Me gritó una vez más, diciendo que me fuera, yo continué mirandole igual de sorprendido por un rato más y después mi rostro cambio, tenia una expresión seria, calmada y hasta cierto punto compasiva - Se equivoca...-Hice una pausa y dejé el collar sobre el escritorio - La fuerza no se mide por la capacidad de matar, se mide por los sueños y por las metas... Uno no es fuerte por estar solo, lo es por el solo hecho de proteger a quienes te rodean, eso mide la fuerza de un hombre... Si yo estoy vivo es por que muchos se sacrificaron por mí, gente que apenas me conocía, mi hermano... Con el que pasé toda esa tortura en la corporación- Lo miré sin odio, sin reencor - Es usted el que es débil... Esta solo y lo sabe... Usted no se aferra a sus sueños, ni a lo que ama... ¿Quería saber sobre su madre, no?... ¿Entonces por qué le fue tan fácil abandonar ese regalo que dejo ella y que ha llevado toda su vida?... Es tan débil que puede su orgullo más que usted... Con su permiso...- Dí la media vuelta y caminé fuera de la habitación, cerrando la puerta una vez en el pasillo y seguí mi guardia.

Arnold se quedo allí sentado, tapándose los ojos con una mano, escucho el discursito de Brian, iba a decir algo, pero el B.O.W. se fue, se quedo allí, en silencio... Solo se oía un reloj... Arnold al final levanto la vista, furioso, la clavo en el collar en la mesilla... Jodido B.O.W...

- Solo en una cosa tienes razón... el deseo da fuerza... - dijo en un tono de voz neutro mientras cogía el collar, en silencio, solo en el cuarto - Por eso he levantado todo esto... has sido presa de mi deseo Brian... Te tengo en mis manos y eso me da mas poder... - hizo una pausa, hablaba borracho - Y tengo poder... Dinero, mi inteligencia, y la capacidad de dominar a la gente... - sonrió amargamente, mirando fijamente el collar con la cruz suspendido frente a su cara mientras lo sujetaba por la cuerda en la mano - Compasión? Empatia? Lastima?... Estúpido B.O.W... Si supiera la verdad... - pensó en el laboratorio, en la cámara con los vídeos, en los pozos, en los gritos de las jóvenes y los rugidos de B.O.W.s... La sangre, las caras de horror de las muchachas... No había nada que le excitara tanto como la debilidad de la presa, que gritara... Era lo único que mantenía en secreto, si Brian lo descubriera seguramente se rebelaría, por eso Arnold jamas dijo nada de eso para torturarlo... - Ese B.O.W. no sabe nada, ni como soy... - esbozo una sonrisa mas salvaje y se perdió en la nube de alcohol, sentado en el sillón... -

OFF: Aquí se acaba y cierra el tema.